El positivismo designa el movimiento dirigido en el siglo XIX y XX a exaltar los hechos en contra de las ideas, a resaltar las ciencias experimentales frente a las teóricas, y las leyes físicas y biológicas contra las construcciones filosóficas, el cual fue iniciado por Auguste Comte (1798 – 1875), quien afirmaba que el espíritu humano había superado tres estados:
El estado teológico.
El estado metafísico
El estado positivo.
En el siglo XIX los críticos del Kantisismo tomaron dos posiciones filosóficas radicalmente opuestas respecto a la metafísica, que revivieron el problema del ser: el idealismo de Hegel, que intento explicar el ser a partir de la sola razón; y el positivismo de Comte, que intento explicar la realidad a partir de la sola experiencia de los sentidos.
SU MAYOR REPRESENTANTE FUE:
Augusto Comte
Los años de la vida de Comte son los años posteriores a la Gran Revolución. Todos los espíritus europeos, fatigados ya de tanta guerra, sienten el deseo de un orden social estable, pero de un orden que a su vez se armonice con todos los avances del progreso. Para los científicos de la época, la nueva ciencia, que se manifiesta segura y poderosa, supone algo en lo que se debe creer sin regateos. Solo en la ciencia se ha de encontrar al auténtico progreso.
Toda esta serie de acontecimientos condicionaron su pensamiento filosófico. Dentro de este acontecimiento, el positivismo comtiano con su pretensión de restituir el orden social se sitúa en una línea contrarrevolucionaria.
social.
En esta frase vemos como la gran crisis provocada por la revolución industrial y la revolución francesa, fueron responsables de influenciar a Comte a optar por una nueva filosofía, llamada positiva.
CARACTERÍSTICAS GENERALES:
Esos principios fundamentales pueden sintetizarse de la siguiente manera:
a) el rechazo de la metafísica y de toda proposición no vinculada con hechos constatados.
b) el rechazo de los juicios de valor, en cuanto no se apoyan en certezas y en leyes científicas.
c) el empirismo, único medio de llevar a cabo observaciones sistemáticas y ciertas, para deducir conclusiones válidas.
d) el fenomenalismo, que sólo acepta la experiencia obtenida por la observación de los fenómenos.
Como se ve el positivismo es, sobre todo, una actitud frente al problema del conocimiento y la expresión más clara del espíritu cientificista del siglo XIX.
La realidad empírica se convierte en lo verdadero y en el único objeto del conocimiento; lo cual supone una renuncia a cualquier plantéo o propuesta valorativa. Se trata de explicar, con la aplicación del método científico, la totalidad de los fenómenos, sean de orden natural o espiritual. Aquello que no pueda someterse a las premisas y condiciones de esta concepción de la ciencia carece absolutamente de valor. Todo lo que se encuentre más allá de lo regido por la relación causa-efecto pertenece a la fantasía.
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